Ante el vacío leal que existe a la hora de etiquetar un cosmético como “natural” o “ecológico” ciertas certificadoras, asociaciones o grupos de fabricantes han creado sus propias normativas privadas con el fin de regular este tipo de productos. El cumplimiento de sus criterios exige un control externo que lo valide por medio de auditorías periódicas.
Estos son algunos de los más importantes:
Sello francés, que certifica productos de más de 95 países. Desde 2002 certifica también cosmética.
Tiene dos categorías:
COSMÉTICO NATURAL:
COSMÉTICO ECOLÓGICO:
No pueden contener transgénicos, parabenes, fenoxietanol, siliconas, PEGs, perfumes ni colorantes sintéticos, nanopartículas ni ingredientes de origen animal (excepto leche, miel…).
Asociación sin ánimo de lucro creada en 2002. Es la Asociación Profesional Francesa de la Cosmética Biológica y Ecológica.
Tiene dos categorías:
AZUL/ECO:
VERDE/BIO:
No pueden contener materias primas animales excepto la cera de abeja y la lanolina, ni ingredientes derivados de la industria petroquímica, como aceites minerales y sintéticos, así como perfumes ni colorantes sintéticos. Tampoco conservantes (parabenes, fenoxietanol…) ni tensoactivos químicos.
Los productos no pueden ser testados en animales y sus envases y embalajes deben ser reciclables y biodegradables.
Sello creado por la Asociación de Industrias Alemanas y firmas comerciales de productos farmaceúticos, productos sanitarios, complementos alimenticios y productos de higiene personal.
Tiene una única categoría: NATURAL. Los productos deben cumplir estos requisitos:
Sello italiano. Es el Instituto para Certificación Etica y Ambiental. Es uno de los organismos de certificación sin ánimo de lucro, más importantes de Europa.
Para certificar un cosmético como ecológico no impone una cantidad concreta de ingredientes ecológicos pero su porcentaje debe ir especificado en la etiqueta. Además:
-no debe contener materias primas animales (aptos para veganos)
-tiene un amplio listado de ingredientes no permitidos: derivados del petróleo, derivados sintéticos del aluminio, detergentes, siliconas,PEGs, colorantes sintéticos…
-no permite la experimentación animal ni OMGs.
Sello británico. Organización no gubernamental sin ánimo de lucro. Tiene dos categorías:
Uso restringido de aditivos, aunque permite el uso bajo autorización, del fenoxietanol.
También tiene estrictos criterios medioambientales.
Este sello nace en 2011 con el fin de armonizar las normativas de estos cinco anteriores y de que exista una normativa única en la UE para la cosmética ecológica. Las empresas que certifiquen bajo alguno de los sellos creadores de este deberán ajustarse a las normas de COSMOS en el 2015.
Sus categorías:
No permite la utilización de nanotecnología, radiaciones ni de organismos genéticamente modificados (OGM).Tampoco la experimentación en animales.
Esta norma pretende ir más allá del análisis de ingredientes utilizados para el producto final. Quiere dar un enfoque global a la certificación natural y orgánica que implica una revisión total del impacto ambiental y humano del producto.
Es un sello internacional fundado por las primeras empresas europeas pioneras en la elaboración de cosméticos naturales. Sus criterios se basan en las recomendaciones del Consejo Europeo. Tiene estándares muy altos para los ingredientes admitidos y una exigencia muy alta para la eficacia, naturalidad y tolerancia de los productos.
Tiene tres categorías:
No están permitidos colorantes ni perfumes sintéticos, ni derivados del petróleo, ni OGMs, ni técnicas de radiación ni experimentación con animales. También tiene requisitos medioambientales y éticos.
Sello español, creado por la Asociación Vida Sana en 2007.Esta norma está controlada por Organic Assignements y por la certificadora internacional bio.inspecta.
Tiene tres categorías:
También tiene en cuenta aspectos éticos y medioambientales.
Sello estadounidense gubernamental para la certificación de alimentos orgánicos. Tiene cuatro categorías:
Certificadora australiana sin ánimo de lucro para alimentación ecológica. Dos categorías:
Además restringe numerosos ingredientes sintéticos y procesos empleados en la elaboración de los cosméticos.